EL HARÁ LO IMPOSIBLE

David Wilkerson

Dios puede restaurar todo lo que parezca muerto en nuestras vidas con una sola palabra. ¿Estás teniendo problemas financieros, y no puedes pagar tus cuentas? Así sucedió con los discípulos del Señor, y Él arregló su situación de manera sobrenatural.

Cuando llegó el tiempo de pagar impuestos, Cristo y sus discípulos no tenían dinero para pagar la cantidad necesaria. Entonces, ¿De qué manera el Señor arregló la situación? Él envió a Pedro a atrapar un pez. Jesús le dijo que iba a encontrar una moneda en la boca del primer pez que atrape, y que esa moneda cubriría sus cuentas de impuestos. “Ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero [moneda griega equivalente a cuatro dracmas].; tómalo, y dáselo por mí y por ti” (Mateo 17:27).

Sólo puedo imaginar lo que Pedro debe haber pensado: “¿El dinero de los impuestos en la boca de un pez? Esto lo tengo que ver. He sido pescador toda mi vida, y he visto un montón de cosas en el interior de un pez: gusanos, anzuelos, algas, pero nunca he visto una moneda dentro de uno de ellos”. Sin embargo, cuando Pedro sacó el pescado del agua, abrió su boca para encontrar una reluciente moneda. La cantidad era suficiente para pagar sus impuestos, tal como que Jesús había dicho.

¿Por qué el Espíritu movió a los escritores de los evangelios a registrar esta historia? ¿Y por qué Jesús eligió arreglar esta situación a través de un milagro? ¿Por qué simplemente no tomó una ofrenda, o envió a los discípulos a trabajar por un día para traer dinero para los impuestos?

Yo creo que Jesús se movió sobrenaturalmente aquí porque quería demostrar a Sus hijos que Él hace lo imposible por nosotros. Él puede arreglar cualquier problema financiero, cualquier crisis familiar, o cualquier necesidad abrumadora.

Él quería que supiéramos que Él es el mismo Dios que alimentó a Elías con el pan entregado por los cuervos (Ver 1 Reyes 17). Él alimentó a una multitud de 5.000 personas (Ver Marcos 6:34-44) y otra multitud de 4.000 personas (Ver Marcos 8:1-9) con unos pocos panes y peces. Él sabe que en ciertos momentos de nuestras vidas sólo un milagro lo puede lograr. ¡Y quiere asegurarnos que Él puede hacer lo imposible para nosotros, en cualquier situación!