LOS INMIGRANTES

Gary Wilkerson

“Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí” (Génesis 11:31).

No sé qué clase de hombre era Taré, ya que se ha escrito muy poco sobre él. Lo que sí Sabemos es que Ur de los caldeos era una especie de tierra emergente, una tierra donde la prosperidad empezaba a arrasar.

Abram nació en esta tierra que se estaba volviendo pudiente. Era una tierra con un gran futuro y prometía ser un buen lugar para vivir. Pero por alguna razón el padre de Abram decidió que tenía que irse. No sabemos si fue a causa de la ambición de ir a algún lugar nuevo o para construir algo nuevo.

Génesis 11:31 dice: “Taré tomó” y ese “tomó” en hebreo significa “aferrarse”. Era una especie de apretar de los dientes y cerrar los puños diciendo: “Voy a tomar las riendas de mi futuro y voy a hacer de mi futuro lo que yo quiero que sea”, y hay algo muy peligroso en eso. No hay ninguna indicación de que Dios le haya dado una promesa acerca de la tierra de Canaán, sino que él tenía esta ambición.

El resultado final de aferrarse a este estilo de vida es siempre la segunda frase que vemos en este pasaje: “se quedaron allí”. Por alguna razón, cuando Taré llegó a Harán, hizo una pausa, y se quedó.

¿Alguna vez has hecho eso? “El viaje es demasiado para mí. La presión, la intensidad, siempre tratando de empujar esta piedra cuesta arriba”.
Cada vez que inicias algo en la carne, terminas haciendo lo que Taré hizo: Se estableció en Harán. No hay peor manera de pasar tu vida que conformándote con la mediocridad. Nada está más lejos de la agenda de Dios para tu vida que comenzar un viaje y, de repente, darte por vencido.

Siempre que nos aferramos a nosotros mismos, tomando cosas para nosotros, tratando de llegar a ser ricos, intentando ser famosos, tratando de tener éxito en nuestra propia energía, siempre terminaremos “quedándonos”. ¿Por qué? Porque estas sólo a medio camino de donde te dispusiste a ir.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33)